QUE EL ÁNGEL DE LA JIRIBILLA LOS ACOMPAÑE.

sábado, 27 de octubre de 2007

Poesía de la nostalgia.

A Juan Carlos Flores ( La Habana, 1962) lo conozco hace tanto tiempo que se me pierde la memoria en sus vericuetos. Capitán de la palabra nos enseñó, sin prisas ni cátedras, el valor de la metáfora. Tengo el inmenso orgullo de haber pertenecido a una generación de escritores que está grabando sus nombres, hoy en día, en los anales de la literatura cubana: Almelio, Juan Carlos, Jorgito, Pedro, Rafael, Ponte, Carlos... cuando todos éramos apenas aprendices y Amir llegaba a La Habana. Aquellas bacanales literarias en el taller José Lezama Lima, sí, en el mismísimo Trocadero 162 donde, cada jueves, construíamos sueños. Juan Carlos llegaba de esa ciudad acuática que es Alamar para compartir con nosotros hasta el último atisbo de té. Hace años que no lo veo pero guardo con mucho cariño lo más valioso: su literatura.

Idea de la poesía
Tomada sea la muy púdica
no pedida sino tomada.
Convertida en cuerpo, en espejo,
es dos un hombre que se mira.
Convertida en árbol,
han de luchar la serpiente y el pájaro.
Convertida en relámpago, en muelle,
un niño tira de un cordel a la luna,
viene la madre y corta con tijera el cordel.
Si ascendemos la máscara, si descendemos el túnel.
No me encuentro, me busco, estoy ahumado.
La poesía en el duermevela
como el ave de la resurrección
a cada instante nace, se aniquila.
La palabra una mitad, el silencio la otra.
El poeta en una orilla, el escucha en la otra.
El poeta es el escucha, el escucha el poeta.
El acto poético es amor
y presupone una fe y una más allá,
sillar, isla que no se alcanza.
Adentrarse en la poesía.
Como se adentra un santo en el nirvana,
como se adentra un cuerpo en otro.
La libertad, timón hacia la poesía,
la poesía, timón hacia la libertad.
Agua y tierra y viento y fuego
es el poeta, es el escucha.
El sueño y la realidad dialogan, se rechazan
se engendran, se aniquilan:
una bocanada de luz, una paletada de tierra.
Intuimos a Dios y comenzamos a morir,
intuimos a la mujer y queremos la inmortalidad.
Me intuyo, luego soy poeta.
Te intuyo es una puerta, un vaso, si lloviera.
Qué cansancio en los ojos de perro,
una herida en el muslo y nos creemos dispuestos
para habitar nuevamente el paraíso.
Tomada sea la muy púdica
no pedida sino tomada.
El cadáver de un rey flota en el pasto.
TOMADO DE: http://www.festivaldepoesiademedellin.org/pub.php/en/Revista/ultimas_ediciones/76/flores.htm
APUNTES, DESTINADOS A UNA FOTO EN UN ÁLBUM FAMILAR
Rubén Duarte, uno de mis amigos y hombre cristiano si aún los hay, tiene en su casa a un perro —de la raza alemana, móvil de cacería— que alguna vez, mientras vivía en los nichos —sitios calientes de la ciudad— imponía a los otros, perros mestizos, su Ethos, más que un ente era un instrumento cortante.Rubén, tramo a tramo, le ha ido remansando para que juegue con su hijo pequeño, a quien nosotros, por sus hermosos rasgos firmes no tocados por el odio, que el rostro adulto crispa, llamamos “El niño albigense”, la semilla destinada a lo abierto, quizás.En el columpio donde La Simpatía al mecerse traza un canal sobre las dos orillas, ¿Cuál tocará el cielo y cuál tocará el suelo?, algo de niño tendrá el perro y algo de perro tendrá el niño, de modo que el sitio y el tiempo de los juegos pertenecen a otro orden, a duras penas avizorado por los mutantes, tras largas estaciones entre piedras y cactus, sin probar la sal de los comunes, en vísperas de la natalidad.Los científicos, usando palabras que son haces de paja, intentarían explicar lo que está sucediendo. Dijo Rubén: “hace un desierto afuera, dan ganas de quedarse junto a ellos como se queda uno en un brocal”.

PARA LOS TÍTERES
1. Una mujer pequeña, próxima, cotidiana, apenas perceptible. Un hombre pequeño, próximo, cotidiano, apenas perceptible.2. La mujer pequeña, próxima, cotidiana, apenas perceptible buscando -an-sio-sa-men-te- al hombre pequeño, próximo, cotidiano, apenas perceptible. El hombre pequeño, próximo, cotidiano, apenas perceptible buscando -an-sio-sa-men-te- a la mujer pequeña, próxima, cotidiana, apenas perceptible.3. Ambos soñando en construir una cámara o respiradero -para-uso-de-dos- frente a las sustancias tóxicas de la realidad, que emanaban convertidas en gestos de agresión, desde todos los puntos posibles del Espacio.4. La mujer pequeña, próxima, cotidiana, apenas perceptible nunca pudo encontrar al hombre pequeño, próximo, cotidiano, apenas perceptible. El hombre pequeño, próximo, cotidiano, apenas perceptible nunca pudo encontrar a la mujer pequeña, próxima, cotidiana, apenas perceptible.5. Quedó sin construir la cámara o respiradero -para-uso-de-dos-.6. Ambos murieron solos en el mismo hospital, el mismo día y a la hora señalada pero en cubículos distintos, contaminados ambos por las sustancias tóxicas de la realidad, que iban y volvían convertidas en gestos de agresión, desde y hacia todos los puntos posibles del Espacio.Post-Data: “Practicada la autopsia, los dos cadáveres ya en vías de descomposición fueron juntados en el congelador del hospital, y hoy, sus Esqueletos secados, de blanquísimos huesos, hacen las delicias del noviciado burlón, en una de las escuelas de medicina.”

El repartidor de biblias
El repartidor de biblias, Dios o su mensajero, va de casa en casa distribuyendo biblias. Ni comida, ni ropa, ni enseres domésticos, ni paquete turístico, ni citación judicial. Hoy que me llamo Pessoa, mi nostalgia es la botella cuyo contenido era leche a la puerta dejada. Exiliado de mí, si pudiera regresar a algún sitio, me gustaría regresar a mí mismo, lugar con arboledas. Ni comida, ni ropa, ni enseres domésticos, ni paquete turístico, ni citación judicial. Hoy que me llamo Pessoa, mi nostalgia es la botella cuyo contenido era leche a la puerta dejada. Exiliado de mí, si pudiera regresar a algún sitio, me gustaría regresar a mí mismo, lugar con arboledas. Ni comida, ni ropa, ni enseres domésticos, ni paquete turístico, ni citación judicial. Bombas de humo, para que tú en el invisible te conviertas. Algo por los asediados hay que hacer.
TEXTOS TOMADOS DE:
http://jorgealbertoaguiar.blogspot.com/2007/02/juan-carlos-flores-ocho-poemas-inditos.html

FOTO TOMADA DE: http://habanaelegante.com/SpringSummer2006/AzoteaDos.html
EN ESTA ÚLTIMA DIRECCIÓN PODRÁS ENCONTRAR MÁS TEXTOS DE JUAN CARLOS.
Juan Carlos Flores obtuvo en el año 1990 el Premio David de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba con su libro Los Pájaros escritos, publicado por Ediciones Unión en 1994 y con el cual obtuvo el Premio de La Crítica ese mismo año

3 comentarios:

Sandra Nélida Pécora dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sandra Nélida Pécora dijo...

Gracias por recordarnos que el acto poètico es amor...es entrega a una extraña religiòn hecha de palabras, metàforas, imàgenes y tambièn silencios....

Pitibuchi dijo...

Sí, eso es la poesía... dolor en metáforas... y alegría en palabras. Juan Carlos es muy bueno, ojalá algún día pueda regalarte un libro de él.

Me alegra tanto que sigas visitando La morada...