Cumplo
un añito y todavía no me queda claro si el tiempo se mide por la cantidad de
biberones que tomo, las veces que me bañan y los pañales que uso. Parece que no
es importante porque el tiempo es sólo eso: tiempo. Para mi mamá, el tiempo de
espera por mí fue muy largo pero llegué justo en el momento en que su vida
estaba ya encaminada. Para mi papá, el tiempo es corto porque quiere estar
siempre conmigo. Para ellos, el tiempo ahora es genial porque existo yo en
sus instantes, el pequeño milagro de
vida, como me susurra mi mamá. La
valiente sobreviviente de una noche de oscuridad y frío.
Ya
sé que mis padres enloquecen y me hacen fiestas y regalos. Ellos están felices
y yo todavía no sé cómo decirles lo mismo. Dicen los que me ven que expreso
pura alegría en mi cara, sonrisas,
gestos, balbuceos. Sé que vendrán muchos cumpleaños más, muchos libros, viajes
y juegos de ajedrez porque con estos dos loquitos que el destino me ha deparado
como progenitores mi vida no será nada aburrida. Agradezco infinitamente haber
ido a Cuba, conocido a mis abuelitos que se desviven por mí y a todos los
amigos de mi mamá que me recibieron con los brazos abiertos. Agradezco que con
apenas un año haya podido conocer el hermoso mar cubano, al que regresaré muchas
veces y las calles desvencijadas de la ciudad de mis padres. ¿Podré, algún día,
devolverles tanto cariño incondicional a todos los que me aman por el simple
hecho de respirar?
Soy
pura vida y empiezo mis pasos. Que se prepare el mundo, porque Elena está al
ataque.
2 comentarios:
Elena, angelito:
Hoy que cumples un año te deseo que el amor que hoy recibes a toneladas te enseñe a amar tal como hoy te aman y que el gozo de saberte querida te alcance para todos los momentos de tu vida.
¡Feliz, feliz en tu día, Elenita que Dios te bendiga...!
Gracias, Miu, de parte de Elena y nosotros.
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