AL LADO DE FINA, LAURA VITIER ESCALONA
Acabo de leer el muy merecido premio a Fina García Marruz. A sus 88 años, es la única sobreviviente del núcleo de poetas de Orígenes. No puedo dejar de recordar cuando conocí a Fina y Cintio, por mediación de Laura Vitier, la nieta de ambos. A Laurita la comencé a tratar cuando todavía era una niña de ocho años, en el campamento de diabéticos de Tarará. A partir de ese momento, tuvimos una amistad que se prolongó a lo largo de los años. Nuestros gustos literarios también nos unieron. Recuerdo cuando me dijo, muy orgullosa, que haría su tesis de Licenciatura en Letras sobre la obra de su abuela, casi una desconocida en el mundo de la Literatura.
Hoy, este premio, reconoce el trabajo de Fina y la labor de Orígenes, grupo monumental en su época. Pero también quiero recordar a Laurita –que ya no está entre nosotros- su amor a la Literatura y a la obra de su abuela. Porque este premio es también para ella.
Premio Reina Sofía de Poesía para Fina García Marruz y la Cuba de Lezama
Madrid -- La poeta cubana Fina García Marruz ganó hoy la XX edición del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, un galardón que constituye también un homenaje al grupo Orígenes, vertebrado por Lezama Lima, Eliseo Diego o Gastón Baquero, como recordó el poeta español Francisco Brines.
Fina García Marruz, “la gran poeta secreta”, como también la calificó Luis Antonio de Villena, miembro del jurado que falló hoy este galardón, es una de las voces más representativas de la poesía cubana, perteneciente a este grupo que revolucionó y modernizó la isla desde los años 40.
“Me he quedado sin palabras. No sé cómo agradecer este reconocimiento, que es también un reconocimiento a Orígenes”, comentó la poeta cubana, tras saber que había sido premiada con este prestigioso galardón, justo el día que cumple 88 años.
García Marruz recordó su vinculación con España y en particular con Juan Ramón Jiménez y su esposa, Zenobia Camprubí, a quienes conoció en La Habana en 1936. “A ellos les debo haberme casado con quien me casé, se lo debo todo a Juan Ramón y a Zenobia”, recordó la poeta.
“El grupo Orígenes sería el equivalente en influencia e importancia a la Generación del 27 en España”, precisó Francisco Brines, ganador de la pasada edición del premio, miembro del jurado y uno de los grandes defensores de la candidatura de la cubana Fina García Murroz.
Y es que el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, uno de los galardones más importantes y prestigiosos de este género, dotado con 42.100 euros y que convocan conjuntamente en España Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca, sigue, como el Premio Cervantes, una ley no escrita por la que un año se premia a un escritor del país y al siguiente a uno del resto de Iberoamérica.
Así, este año, según explicó Luis Antonio de Villena, tocaba poeta de la otra orilla y, si fuera posible, que fuera mujer.
“Todos los poetas que se presentan -precisó de Villena-, que son muchos porque son presentados por muchas instituciones, son candidatos de primera fila. Y a la final de este premio, que es por mayoría, han llegado el nicaragüense Ernesto Cardenal y Fina García Marruz, y se ha tenido en cuenta también que las mujeres habían estado menos representadas”.
“A Fina se la puede considerar la poeta secreta, físicamente no se deja ver, es práctimamente invisible. Es la menos conocida del grupo Orígenes”, explicó de Villena.
“Su poesía es de una gran calidad y tiene una forma sencilla y elegante que transita por la espiritualidad cristiana”, subrayó de Villena, al tiempo que comentaba que Marruz tiene poemas en los que se habla de Cristo y otros del Che Guevara, algo que algunos interpretan como una concesión a la situación que vivía en Cuba.
Para el poeta valenciano Francisco Brines, superviviente de la generación española de los 50 junto a Manuel Caballero Bonald, la poesía de la premiada es “culta, sencilla y a la vez inteligible. Estoy, estamos, muy satisfechos de que este premio haya recaído en Fina y, por extensión, en todo el grupo de poetas cubanos de Orígenes”, dijo.
El premio, que este año celebra su vigésima edición, y que reconoce el conjunto de una obra de un autor vivo que por su valor literario constituya una aportación relevante al patrimonio cultural español e iberoamericano, lo entrega cada año la reina Sofía en el Palacio Real, pero este año será en la universidad de Salamanca, para celebrar este aniversario redondo.
Una cita que tendrá lugar a finales de octubre o diciembre, como recordó el presidente de Patrimonio Nacional, Nicolás Martínez-Fresno, también miembro del jurado como el ex director de la Academia de la Lengua Víctor García de la Concha, en sustitución del actual director, José Manuel Blecua.
Del jurado formaron también parte Soledad Puértolas, José Miguel Santiago Castelo, Jaime Siles, Carmen Posadas, Daniel Hernández Ruipérez, Petra Strien y Pilar Martín Laborda, entre otros
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