Soy de la generación de la guerra de Angola y de Etiopía. Mi padre estuvo a punto de ir a Etiopía: lo salvó su trabajo de entonces, Jefe de Contabilidad con un salario envidiable para la época, casi 400 pesos. Si iba a la guerra y moría, había que pagarle el salario a la viuda por siempre. Asi que a los que ganaban más los enviaron a casa, con el anuncio "ya los llamaremos". Pura matemática cínica, fueron a África los que ganaban 100 pesos mensuales.
Tuve un novio que pasó su servicio militar en Etiopía. Y compañeros en la Universidad que vinieron de las selvas, con la orden 18, a estudiar.
No quiero hablar de esa época. No puedo.
Los dejo hoy con un avasallador escrito del blog El Opositor: http://comunismogenocida.blogspot.com/2007/09/frica-el-vietnam-cubano.html
Cementerio de cubanos
POR: Antonio Conte
"En las afueras de Addis Abeba, sobre una colina helada, se levanta, imponente, una iglesia Copta. Junto al templo, un cementerio de soldados cubanos. Un etíope alto, de dientes blancos y parejos, como los dientes de casi todos los habitantes de Abisinia, custodia el camposanto.
Se abre la verja de hierro y el viento helado de la cumbre se mezcla con el chirrido del metal y los murmullos de los feligreses que salen y entran de la iglesia. Los túmulos se levantan a ambos lados del sendero donde crecen girasoles, margaritas, rosas, begonias, y flores exóticas de Etiopía.
Cementerio sin cruces, sin epitafios. Sólo los nombres de los muertos, las fechas de nacimiento, las fechas de la muerte. Apenas dos, tres, cuatro docenas de sepulcros.
Nadie sabe si ese hombre muy alto, celador del cementerio de cubanos, recibe algún salario por su misión. O si él solo asumió humanamente la tarea de no permitir que la mala yerba y el olvido oculten para siempre las tumbas de la colina.
Yo vi a mis compatriotas muertos, tendidos junto a la iglesia Copta. Y pregunté: ¿qué hacían allí esos muertos? ¿Por qué fueron a morir tan lejos?
Lo más probable es que el cementerio ya no exista, y que los feligreses que acuden diariamente al santuario no recuerden que allí estuvieron enterrados jóvenes cubanos muertos en los campos de Abisinia nadie sabe para qué. La defensa de Haile Marian no justifica la muerte de un solo cubano.
¿Qué sucedió con el hombre que cuidaba el sueño eterno de los soldados? Habrá muerto en un rincón desconocido de su inmenso país.
En Luanda hubo también un cementerio de cubanos, infinitamente más grande que el cementerio de la colina, en las afueras de Addis Abeba. Y uno se repite la misma pregunta: ¿Por qué fueron a morir tan lejos miles de jóvenes compatriotas?
Acaso los amigos teóricos que investigan y se preguntan una y otra vez cuál es la ideología de Fidel Castro: si gángster o marxista, si galgo o si podenco, podrían preguntarse también por qué fueron a morir los cubanos a Angola y Etiopía.
Nadie responde, nadie. Esos soldados muertos también forman parte de una historia común. Una historia que casi todo el mundo olvida con frecuencia, o que no quiere escuchar.
Yo vi aquel cementerio de la helada colina junto a la iglesia Copta. Y vi al etiope que cuidada, sin pronunciar palabras, las flores y las tumbas de los muertos. Y pregunté en voz baja, para que el viento dispersara mis palabras por las cumbres cercanas: ¿quién va a responder por ellos y por tanto sollozo acumulado?
Me despedí del cementerio con la mirada fija en las tumbas de los soldados. Saludé al celador con apenas un movimiento de cabeza.
No dije a nadie que estuve a punto de llorar."
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