QUE EL ÁNGEL DE LA JIRIBILLA LOS ACOMPAÑE.

lunes, 27 de febrero de 2012

EL MARTILLO Y LA HOZ Y OTROS CUENTOS

Colección del siglo
Por: J.R. Fragela. 22|2|2012
El martillo y la hoz y otros cuentos

Me sumo a la opinión de que la antología El martillo y la hoz y otros cuentos, (Isliada Editores, 2011), constituye una muestra efectiva de lo mejor de la narrativa cubana actual. De una manera de narrar donde la calidad y la seducción se toman de la mano.

Estoy hablando de una antología con pinceladas sui géneris, dividida en tres segmentos: Narrativa General, Literatura Policial y Ciencia Ficción y Fantasía. Estoy hablando de veintiún cuentos organizados según el criterio de los lectores de Isliada.com (Web sobre Literatura Cubana Contemporánea).

Lo original, lo novedoso, está en que la antología fue conformada por sus futuros lectores. En que los cuentos reunidos, como un juego futurista, forman parte de una selección previa de los usuarios de Isliada, que votaron por ellos a través de una encuesta online.

El martillo y la hoz y otros cuentos, al menos en Cuba, se convierte en un libro diferente por estar conformado según el gusto de sus posibles lectores y no por la subjetividad y el gusto de un antologador. Me atrevo a añadir, sin embargo, que la mayoría de los cuentos igual hubieran podido ser incluidos en cualquier otra compilación elaborada ahora mismo.

Está claro; enfrentarse a una selección de historias, agrupadas bajo el concepto que se desee, es enfrentarse a una visión literaria de un momento. Y todo momento, inevitablemente, solo puede quedar definido por un gesto, en este caso, la acción de antologar.

Lo hemos visto otras veces. En los anaqueles están las magníficas antologías (en el género cuento) de Salvador Redonet: Los últimos serán los primeros (Editorial Letras Cubanas, 1993); de Rogelio Riverón: Palabra de sombra difícil (Casa Editora Abril, 2003) y Conversación con el búfalo blanco (Letras Cubanas, 2005); del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, Los que cuentan (Editorial Caja China, 2008); y —aunque se trate de una selección de cuentos de escritores hispanoamericanos contemporáneos— Quince golpes en la cabeza (Editorial Caja China, 2008). Ahora le sigue en el tiempo El martillo y la hoz y otros cuentos, con formato y concepción diferentes, emparentada en algo con Maneras de narrar (Ediciones UNIÓN, 2006), antología en donde se muestran todos los textos ganadores en el Concurso de Cuentos La Gaceta de Cuba, en el período 1993-2005. Y digo “emparentada en algo”, porque aquella antología mostraba los premios de un concurso, o sea, la determinación de un jurado que elige según sus cánones; y ésta muestra la determinación de muchos lectores que eligieron según el canon plural e inequívoco de un momento —iba a escribir “de una época”, pero me pareció muy exagerado.

Estoy convencido de que Borges formuló su tesis del Libro de Arena, debido a algún sueño futurista que tuvo, en el cual se vio rodeado de PCs con conexión a internet. El Libro de Arena, como bien ha aclarado el argentino, consta de un número infinito de páginas, o sea es una visión más o menos concreta de lo que hoy es el ciberespacio.

Sí, estoy convencido de que Borges se sentiría identificado con estos tiempos modernos. ¿Cuántos blogs no hubiera creado junto a Bioy Casares? ¿O junto a Neruda, en una especie de reconciliación literaria? ¿Cuántas antologías digitales no hubiera fabricado con su minuciosa mirada de tacto?

El martillo y la hoz y otros cuentos, es el resultado de una encuesta online. Es, también, un resultado loable, disfrutable. Pues si algo tiene el libro es la organicidad (en términos de calidad) que logra con su variación temática. No es un retruécano. Lo comprobarán apenas se introduzcan en las primeras páginas.

Algunos cuentos te seducirán al máximo, algunos los aceptarás y ya, otros tal vez no serán de tu agrado, pero siempre encontrarás lo que estabas buscando. Ya que esta una antología para encontrar, de algún modo, lo que estabas buscando. Se burla y cumple a la vez con la sensatez del proverbio: “Quien intenta agradar a todos no logra complacer a ninguno”. Porque todos los cuentos, como en toda antología, no te gustarán, pero la mayoría, como en pocas antologías, serán de tu agrado, más aún si eres uno de los que votaron para conformar esta recopilación.

En los cuentos reunidos están los autores más diversos, desde pesos pesados como Rafael de Águila hasta los talentosos jóvenes Yonnier Torres y Gabriel J. Gil. Nos reencontraremos, de paso, con nombres muy conocidos por lectores ávidos en los géneros de Narrativa, Literatura Policial y Ciencia Ficción. A saber: Jorge Enrique Lage, Emerio Medina, Miguel Terry Valdespino, Ahmel Echevarría, Jorge Ángel Pérez, Yamilet García Zamora, Leopoldo Luis, Lorenzo Lunar, Rafael Grillo, Rebeca Murga, Mario Brito, Obdulio Fenelo, Erick J. Mota, Yoss, Gabriel J. Gil, Juan Pablo Noroña, Jeffrey López Dueñas y Carlos A. Duarte Cano. Sí, en El martillo y la hoz y otros cuentos, aparecen nombres muy representativos de la narrativa actual, por lo que no dudo en añadir que hay para todos los gustos.

Es bueno señalar que la antología también es lo que es —un objeto artístico—gracias a las ilustraciones de destacados pintores cubanos contemporáneos. En la presentación de cada cuento descubrimos imágenes de Acebo, Amilkar Feria, Alfredo Rosales, Boligán, Aramís Santos, Luis Lamothe, Javier Guerra, Niels Reyes, Yaumil Hernández… Pero como ninguna antología puede ser perfecta, me regodeo esperando por otra todavía mejor. De todas formas no me preocupo, los editores han prometido que ésta es solo el Volumen 1. Y como no hay 1 sin 2, ni 4 sin 53, las posibilidades de seguir leyendo se magnifican. Esperemos.

TOMADO DE: http://www.isliada.com/resena/2012/02/coleccion-del-siglo/
PARA LEER EL LIBRO: http://www.isliada.com/wp-content/uploads/2011/12/El-martillo-y-la-hoz-y-otros-cuentos.pdf

lunes, 20 de febrero de 2012

LAS CONFESIONES DE LORENZO EN LA CABAÑA




El pasado 16 de febrero, en La Cabaña –y en el marco de la Feria Internacional del Libro de La Habana- el escritor Lorenzo Lunar presentó su libro Confesiones, que resultara premiado en el concurso “Florentino Morales” en la categoría de Investigación Literaria –con el nombre inicial de El que a hierro mata.

Proyecto largamente acariciado el de este libro. Recuerdo cuando, en el año 2007, Lorenzo me habló de su propósito de publicar un texto en el que se reunieran cuentos de tema negro-policial y en el cual cada uno de ellos llevara un breve análisis de los derroteros de este tipo de literatura en la actualidad. Fue ahí donde le brindé "Sinfonía para un crimen", que posteriormente ganara el Premio Novelpol y, más recientemente, el Isliada.
Los lectores cubanos siempre han sido ávidos devoradores del tema policíaco. Recuerdo la época en que la colección Dragón publicó cientos de novelas y cuentos en los que policías, ladrones, asesinos y una larga pléyade de personajes se movían en un país que luchaba contra tales fechorías. Después, el Período Especial limitó –o casi desapareció- las publicaciones en Cuba. Padura y su empuje internacional hizo recaer la mirada, otra vez, sobre uno de los géneros que no pierde vigencia, a pesar del tiempo.

Confesiones. Nuevo cuento policial cubano presenta dieciocho narraciones donde –como el mismo Lorenzo dijo en una ocasión- los temas fluctúan por los más disimiles diapasones: la mirada del asesino, la de la sociedad, las leyes, etc, etc. En palabras de su autor: “Lo digo porque este género es, a mi juicio, el que mejor se ha ajustado a los cambios -y bandazos- ideoestéticos del relato breve cubano durante los últimos cinco decenios”.

Espero que pronto podamos tener algunos ejemplares por acá. Y en cuanto tenga el libro, les haré una reseña más profunda del mismo. Por el momento, esto es sólo una probadita. Y según vientos venidos de la Isla, es posible que el 2013 le depare una buena noticia a Del otro lado, mi vida. Atentos, lectores cubanos.

martes, 7 de febrero de 2012

DEL BUHO 21 (¿ Y FINAL?)

Voy a dedicarle hoy otras reflexiones a la página de juegos Buho21. Quizás muchos se pregunten cómo es posible que le dé tanto espacio –segundo post en tan poco tiempo- pero les puedo decir que estoy muy interesada en que las condiciones del Búho mejoren para bien de todos. Y los incluyo a uds, mis queridos lectores –y potenciales jugadores en un futuro.
En más de una ocasión he invitado a mis alumnos a jugar en los torneos conmigo –fundamentalmente de Literatura y Arte, materias en las que me muevo. Incluso, cuando he visto discípulos interesados en el ajedrez, les he dicho que entren al Búho pero, generalmente, los más jóvenes que juegan en el ciber espacio me responden que ellos ya tienen una página preferida. Y, entonces, me surge la gran inquietud, ¿cómo hacer que el público juegue en Búho? ¿qué ofrece esta página de atractivo que no tengan otras?

Muchos me han dado la respuesta: los foros son un gancho interesante. Pero esos mismos, una vez que entran, matizan sus palabras: pero es un espacio anárquico. Esto reafirma, una vez más, mi opinión de establecer mecanismos más serios para legislar las participaciones en los foros. Creo que limitando los temas y prohibiendo que entren a opinar los típicos troll –gente que se hace una cuenta corriendo sólo para molestar con sus opiniones- se pueden obtener avances significativos. Otra medida sería limitar la participación a las personas que llevan más de un mes sin jugar: si no estás jugando, no puedes entrar en los foros.

Desde el punto de vista de los juegos, muchos usuarios se sienten desatendidos. Es necesario desarrollar una política que abrigue a aquellos jugadores que, de manera desinteresada, apoyan las iniciativas del Búho. Recuerdo un caso –por demás penoso- que me sucedió y mi negativa a volver a colaborar por falta de apoyo institucional –entiéndase de los administradores del Búho. Si no es efectivo, total y frontal el apoyo a las iniciativas de la sociedad civil "buhonera" se pierden ideas que, por demás, son imanes para atraer al público. Otra medida eficaz podría ser premiar a los 100 primeros nicks que entraron al sitio y que todavía se mantienen activos. Está claro que en el mundo cibernético hay miles de páginas de juegos y para poder ganar adeptos es imprescindible desarrollar métodos diversos o la competencia se traga cualquier espacio. Para eso, el Búho debe mantener una política de publicidad más agresiva con el propósito indiscutible de estar presente en la mente de los potenciales jugadores –páginas web, blog, Facebook, etc, etc.

El último punto al que me voy a referir es al muy espinoso asunto de proteger identidades. En el mundo actual –y más en el universo cibernético- la presencia real de la gente en la red debe ser cuidadosamente resguardada en aquellos lugares en los que se interactúa –bajo el peligro que la gente, al no sentirse segura, se marche. En este rubro, las políticas del Búho son todavía muy tibias. Me parece imprescindible realizar un estudio cabal de las disposiciones de protección que manejan otras páginas para aplicar todo lo provechoso al Búho.

No puedo negar que soy adicta a esta página y los que me conocen saben que todas las noches, religiosamente, a las 9:45, no me pueden ni llamar ni distraer, porque estoy jugando. A esto se le suma algún que otro momento del día que tenga libre y, por supuesto, las ya famosas Consignas o Mini consignas que son un reto intelectual –y las cuales apoyo y aplaudo con énfasis. Tampoco puedo desmentir que he encontrado en esta página gente que se han convertido en amigos –que, incluso, a pesar de las distancias entre nuestros países, nos hemos visitado. Es hermoso entrar en contacto con personas tan diversas que comparten sueños, inquietudes, deseos. Mi más ferviente agradecimiento a todos los seguidores de mi novela que desde España, Argentina, Venezuela, Colombia, han leído y comentado mi primer texto. Y también porque ellos, además de ser mis lectores cariñosos, me están impulsando en esta segunda que escribo ahora. Estos son detalles y afectos que no puedo obviar, máxime porque pocos escritores tienen la posibilidad única de estar en contacto con sus lectores. Entrar a jugar y que me digan: ¿Cómo sigue el Cubo? es, para mí, un soplo de energía que me impulsa: ahí están, esperando nuevas aventuras… es decir, nuevos asesinatos. Y con ellos comparto pasajes, hechos, páginas. Es la parte más hermosa del Búho. Pero, por supuesto, no han faltado enemigos, con los que he descubierto cómo hay gente fanática y ciega en este mundo. Precisamente porque entro a divertirme, a desconectar del diario devenir, a reírme, a intercambiar puntos de vista y chismear - y, ¿por qué no?- a discutir y tratar que el mundo conozca la realidad de mi país –a veces tan desconocida y definitivamente manipulada- es que sigo empeñada en mejorar al Búho.

Yo quiero seguir jugando e intercambiando en un sitio agradable. Quiero y espero que cambie para bien de todos. ¿Lo quieres tú?

http://www.buho21.com