QUE EL ÁNGEL DE LA JIRIBILLA LOS ACOMPAÑE.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

LA MUERTE NO PIDE PERMISO



Más allá de las ideologías.
Más allá de la afinidad política con alguien.
Más allá del odio y el rencor.
Más allá del mal, real o no, que alguien haya hecho en su vida.
Es innegable la enfermedad. Es innegable la muerte cercana.
Sencillamente, es un ser humano que se muere.
No entiendo por qué no utiliza sus últimas energías en estar con su familia.
Por qué no cedió paso a otro gobernante que podía unir al país.
No se vale el Detrás de mí, el diluvio. No se vale.
Debería, si realmente ama a Venezuela, intentar lo mejor para el país y no un pueblo dividido y en guerra.
Debería quedarse con su familia y disfrutarla hasta el final.
No más tozudez. No más rencor.
Ya hizo lo que creyó bien. Ahora, por el bien de Venezuela, debe ceder.
Sin burlas.
Sencillamente, un hombre se está muriendo. Y un país no es suyo.
El país es su hijo que debe seguir adelante.
Un pueblo es más que un Presidente, un Partido o una ideología.
Ya no hay consignas huecas y vacías, sólo la mano de Dios.
Ante La Muerte no hay permisos futuros.

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