QUE EL ÁNGEL DE LA JIRIBILLA LOS ACOMPAÑE.

lunes, 23 de marzo de 2009

LA PATRIA ES DE TODOS: EL CLÀSICO MUNDIAL DE BÉISBOL

Salimos de Cuba por diversas vías y por motivos disímiles que, al final, son los mismos, camuflageados. Entonces, comienzan los apelativos: gusanos, desertores -¿de qué guerra, me pregunto?- apátridas, quedados y un largo etc. No importa si eres balsero, o te fuiste por reunificación familiar. No interesa si te quedaste en una misión “oficial” –llámense médicos, deportistas, músicos, estudiantes. No interesan los pormenores o los deseos individuales. Para la retórica oficial, todos caben en la misma bolsa que estampa una huella de odio, separaciones, ajustes de cuentas. Los que pueden regresar, como turistas en su propio país, son “cubanos que viven en el exterior”. Cubanos, sólo cuándo y cómo interese; gusanos, el resto del tiempo. Y la nomenclatura varía sin leyes lógicas. Pero esos mismos cubanos residentes fuera de Cuba, desertores y apátridas de un país que, a pesar de los intentos, sigue siendo suyo; sujetos a caprichosas leyes absurdas, son los mismos que, en su gran mayoría, fueron a apoyar al equipo cubano de béisbol en el Clásico Mundial. Porque nadie me puede convencer que el lleno del Foro Sol, cada vez que jugó Cuba, eran los compañeros aguerridos de la Embajada. Allí vi rostros orgullosos, más allá de la política; gente que lucía con satisfacción los uniformes del equipo nacional. Un hombre con el pulóver de Industriales que me gritó, feliz al ver que nosotros también lo teníamos: “El mejor equipo del Mundo” Personas al borde de las lágrimas cantando el Himno Nacional. Qué importaba que ellos, los jugadores, vinieran de Cuba: Cuba no pertenece ni a un hombre, ni a un Partido ni a una ideología. Cuba es de todos los cubanos. El béisbol es nuestro, de las calles y no pertenencia exclusiva de los de adentro. Porque los de afuera estábamos allí, gritando y sufriendo como el más patriota. Y si los gobernantes de Cuba pudieran entender esto, nuestro equipo estaría en la final, formado por todos los cubanos, los de adentro y los de afuera. La Patria es de todos. Y el béisbol también.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Y cuando el ayuno sea grande y la pelota llame, siempre puedes ir a ver al Águila de Veracruz, darte un brinco al Malecón y pensar que Cuba sigue ahí, tan tuya como ese puerto que adopta sin pedir declaraciones a la bandera ni traiciones a la matria. Pelotero a la bola…

Abrazo.

Efrén.

Anónimo dijo...

Oh, Veracruz, ese rinconcito tan cubano, que hasta duele. Gracias, Efrén,próximamente recibirás noticias mias, parece que la novela sale el mes que viene.

Un beso

Anónimo dijo...

Me pregunto que se siente estar lejos de la patria, añorar esta tierra que hoy no sabe a nada.

Anónimo dijo...

De lejos, tiene todos los sabores y los sonidos inimaginables. Y hasta lo más pequeño se engrandece. Espero que nunca lo sepas, querido Topo.