QUE EL ÁNGEL DE LA JIRIBILLA LOS ACOMPAÑE.

lunes, 16 de febrero de 2009

ACERCANDO ORILLAS

Hacía un tiempo que no subía un texto del proyecto de acercar orillas pero creo muy importante dar a conocer a jóvenes escritores de diversos lugares del mundo en este espacio. Hoy les brindo un breve cuento de Fabián Cuéllar ( México, 1987) con el que participó en el concurso de 200 palabras de novelpol. Promete mucho este joven autor con su primera incursión en el mundo negro-policíaco.

Cotidiano

Nelson toma una fotografía. Su cara gorda suda detrás de las gafas oscuras y la mascarilla que apenas impide el paso del hedor proveniente de los tambos. Estamos acostumbrados a ver muchas chingaderas, pero esto…
Un perito se acerca a uno de los toneles volteado sobre el suelo, el contenido rojo desparramándose sobre la calle. El olor ácido es penetrante. Los investigadores creen que pueden ser restos humanos. ¿Qué otra cosa van a ser? Nelson hace un esfuerzo por no vomitar, mientras mira de reojo la cartulina. “LOS BAMOS ASER POSOLE” leo en voz baja. Él toma otra fotografía, una más. Pinche trabajo culero, murmura. El detective de homicidios nos ve con severidad, pero se guarda lo que iba a decir. Nelson y yo intercambiamos miradas de burla. Él quiere que lo corran. Yo no tengo otro lugar a dónde ir. Anoto insignificancias en la libreta, mientras escucho un par de clicks más, y veo la mano de mi compañero sacudiendo las instantáneas. Pasan los minutos, se nos va quitando el asco; esperamos con ansia y morbo que abran otro barril de los dos restantes. El mismo olor picante y el mismo líquido rojo. No era broma lo del pozole.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Prometer es una acción bastante significativa. Ojalá los jóvenes autores no defraudemos. Un saludo y gracias!

Anónimo dijo...

Pues yo, que los veo sin apasionamientos de mamá, creo que prometen... aunque el camino es largo...no importa.Recuerda que ya he leído algunas cosas tuyas, no sólo este cuento.

Nos vemos, Topo