Estemos donde estemos, seamos lo que seamos, no podemos quitarnos esa vena de chotearlo todo. No podemos dejar de hacerlo porque, entonces, perderíamos una porción de cubanía. Por eso, La Morada inicia hoy una especie de sección que llamaré Vamos a chotear –no tiene nada que ver con chatear, conste- en la cual iré colocando chistes que sólo el ingenio cubano, aun abrumado, es capaz de generar. Porque hay que admitirlo: si no tuviéramos el choteo, ya hubiéramos perecido.
1. Los dos esqueletos…
Se encuentran dos esqueletos, uno americano y otro cubano. El cubano le dice al americano con admiración:
—¡Chico, qué clase de esqueleto eres tú: grande, fuerte, de huesos gordos y blancos, tremendo esqueleto!
—Es que yo comí mucho bistec, tomé mucha leche, muchas vitaminas… pero, bueno, para ser un esqueleto cubano tú no estás tan mal. ¿Es que acaso tenías una cuota especial cuando estabas vivo?
—No, no, yo estoy vivo todavía.
2- Competencia de disciplina
Se lleva a cabo una competencia de disciplina entre los ejércitos ruso, americano y cubano.
El sargento ruso llama a Iván Petrovich. Este se cuadra y el sargento le mete un pisotón de espanto. Petrovich ni se inmuta.
El sargento americano llama a Peter Smith. Este se cuadra y el sargento le mete un culatazo en el pie. Smith ni se inmuta.
El sargento cubano llama a Pedro Pérez. Este se cuadra y el sargento le atraviesa el zapato con la bayoneta. Pérez ni se inmuta.
—¡Ño, ese sí que es guapo! —dícele un soldado a otro
—Qué guapo ni guapo… calza el seis y le dieron botas del nueve y medio…
Se lleva a cabo una competencia de disciplina entre los ejércitos ruso, americano y cubano.
El sargento ruso llama a Iván Petrovich. Este se cuadra y el sargento le mete un pisotón de espanto. Petrovich ni se inmuta.
El sargento americano llama a Peter Smith. Este se cuadra y el sargento le mete un culatazo en el pie. Smith ni se inmuta.
El sargento cubano llama a Pedro Pérez. Este se cuadra y el sargento le atraviesa el zapato con la bayoneta. Pérez ni se inmuta.
—¡Ño, ese sí que es guapo! —dícele un soldado a otro
—Qué guapo ni guapo… calza el seis y le dieron botas del nueve y medio…
3- Un espectacular muy conocido en La Habana dice: Fidel, estamos contigo...
alguien agregó: bravitos, bravitos.
4 comentarios:
No me gusta generalizar al estilo de "todos los negros son ladrones" o "los americanos son arrogantes", "los alemanes son muy disciplinados", etc. porque pienso que los humanos somos iguales, pero es cierto que muchos cubanos tenemos esa propensión al choteo y en cierta forma puede caracterizarnos.
Buen tema.
Saludos,
Al Godar
Hola, Al, fíjate qué curioso, es cierto que no todos los cubanos se la pasan choteando al resto pero aquí, en México, he descubierto que, efectivamente, tenemos una vena humorística diferente, que somos unos choteadores de primera y que en este país se nota mucho.
Un gusto saber de ti.
Jajajaja ¡el primero de los "choteos" está muy bueno!
Y sí, Pitibuchi, aquí destacan porque el 70% de la población vive amargada, estresada o deprimida...
¡Saludos!
P.D. Aquí, el nuevo blog: aquellanochelamar.blogspot.com
¿ Y ese nuevo blog? ¿ Ya no hay cronopios?
Publicar un comentario