QUE EL ÁNGEL DE LA JIRIBILLA LOS ACOMPAÑE.

lunes, 31 de enero de 2011

LECTURAS DEL 2010



Terminó el 2010 y, como siempre hago, les voy a contar de mis lecturas en el año. Claro que no todo lo que leí es bueno, interesante o muestra estilos novedosos en la literatura. Pero siempre tengo la suerte de saber escoger la mayoría de los textos que llevaré a la cama cada noche.
La lista de lecturas la reduciré a cinco: los cinco mejores libros que recomiendo ampliamente y el mejor libro del 2010.

1- El hombre que amaba a los perros. Leonardo Padura
2- El silencio de Galileo. Luis López Nieves
3- Seva. Luis López Nieves
4- La historia del cerco de Lisboa. José Saramago
5- El corazón de Voltaire. Luis López Nieves.

Efectivamente: éste ha sido el año de López Nieves. Llegué a Puerto Rico –como antaño hice en Santiago de Chile- y fui directo a la librería. Allí compré dos libros de este escritor boricua: El silencio de Galileo y La verdadera historia de Juan Ponce de León. El segundo no lo leo todavía, pero el primero me causó emociones encontradas: primero, una gran desazón al comprobar que estaba escrito en correos electrónicos –qué horror, me dije, creo que no voy a poder con este estilo- y la segunda y definitoria: una inmensa devoción por una obra que logra atrapar pulpísticamente desde el inicio. López Nieves incursiona en la novela histórica desde una mirada posmoderna que hace revolucionar al género –y no sólo por la inclusión de una narración sui géneris a través de correos electrónicos. Desde muchos puntos de vista, la novela histórica actual escrita por autores del continente se nutre con las narraciones del boricua, que muestran una nueva forma de narrar, a la vez autóctona y cosmopolita.

Definitivamente, López Nieves estaba para mí en el 2010. En mi visita a Cuba, en noviembre, me encontré la librería llena con El corazón de Voltaire y Seva. La segunda es una obra imprescindible en los estudios de la nueva narrativa latinoamericana del siglo XXI. En su unión de historia-ficción-epístolas-paratextos-historia reinventada, el cuento –y sus agregados ciertos y/o inventados- reconstruye la historia de nuestros pueblos al estilo de la Eneida: toda civilización necesita su inicio heroico, su epopeya que los sitúe al nivel de los grandes mitos de la historia universal. Y Puerto Rico se reconstruye y mitifica a través del genocidio de Seva. Esta narración corta da nombre a una de las páginas más importantes en cuanto a cuentística en Internet: el sitio Ciudad Seva http://ciudadseva.com/


He dejado para el final el plato fuerte del 2010: El hombre que amaba a los perros. Creo que Padura ha crecido como escritor. Me declaro ferviente admiradora de su obra. No obstante, a esta última novela le sobran páginas –y unas cuantas. No puedo ser ciega ante un hecho más que obvio. ¿En qué radica mi total deslumbramiento por una obra lejana del tema de novela negra y sin Mario Conde por sus páginas?

El hombre que amaba a los perros es una impactante radiografía de los gobiernos autoritarios comunistas de los primeros 50 años del siglo pasado. La historia de Trotsky es la misma de cientos de miles de personas perseguidas y asesinadas por el comunismo: es la narración alucinante de Saturno devorando a sus hijos. Las descripciones de los juicios sumarios en la URSS son un espejo de lo que sucedería, durante años, en varios puntos del mundo. Y entre líneas se lee la otra historia: la actual de Cuba, sumida en los ecos de lo ya sucedido. Y no crean que sólo me impactó la obra por obvias razones de vivencia: la investigación histórica de Padura es impresionante, lo que convierte a la novela en un documento muy veraz de los acontecimientos.

Me quedo con Padura pero me quito el sombreo ante López Nieves. A los dos, mis aplausos y mi más rotunda admiración por poner a nuestra literatura en tal alto pedestal.

Y tú, ¿qué leíste?

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