QUE EL ÁNGEL DE LA JIRIBILLA LOS ACOMPAÑE.

lunes, 25 de agosto de 2008

CUBA NECESITA CAMBIOS PRIMERA PARTE

El socialismo ''pobre y sin perspectivas'' que prevalece en Cuba ha creado un estado de frustración y desesperanza nacional que podría desembocar en reacciones populares de consecuencias imprevisibles para el futuro del país, indica un documento emitido en La Habana por ex dirigentes comunistas cubanos.

En un texto divulgado en la internet, un grupo de figuras retiradas de la dirigencia partidista y gubernamental, militares jubilados y ex diplomáticos exhortan al gobernante Raúl Castro a ''transitar del socialismo de Estado al socialismo participativo y democrático'' como única salida a la crisis política, económica y social de la isla.

El documento fue puesto ''a la consideración de los trabajadores del pueblo y de todos los revolucionarios cubanos y del mundo'' el pasado 17 de agosto en la página digital Kaos en la Red, que se edita en Barcelona.

Desde entonces registra miles de lectores y 138 comentarios en la red, aunque no se ha publicado en ningún medio oficial cubano. El domingo, el diario español El Mundo reseñó el documento.

La iniciativa fue redactada por el diplomático jubilado Pedro Campos Santos, de 59 años, quien cumplió misiones en México y ante la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra. Campos fue también investigador jefe del Centro de Estudios sobre Estados Unidos (CESEU), una entidad adscrita a la Universidad de La Habana y controlada por la Seguridad del Estado.

El pasado abril, el ex cónsul cubano en México y activista disidente Pedro Riera Escalante presentó ante la Asamblea Nacional) un proyecto de reforma migratoria que proponía eliminar los permisos de entrada y salida del país, pero la propuesta no fue considerada.

Cuba necesita un socialismo participativo y democrático. Propuestas programáticas. Presentación para su discusión pública al pueblo, a los trabajadores y a los revolucionarios cubanos, con miras al VI Congreso del Partido Comunista de Cuba.

Nada que deje en pie el sistema de explotación capitalista y el asalariado puede impedir la miseria de
las masas. Se hace pues, indispensable una transformación completa en el sistema de producir y distribuir.
Carlos Baliño, fundador del PRC y del PCC.
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Introducción. Cuba vive una continuada crisis económica, política y social a consecuencia del estancamiento en la socialización, generado por el pleno control burocrático estatal sobre la sociedad, los medios de producción y el plustrabajo y del permanente y criminal asedio imperialista. No obstante, se han realizado grandiosas transformaciones culturales, científicas y técnicas que han creado las condiciones para desarrollar nuevas relaciones socialistas de producción. La disminución de la población, su envejecimiento prematuro, la baja tasa de natalidad, la salida masiva del país de jóvenes por cualquier vía y la insatisfacción generalizada son consecuencias palpables de esa crisis. Mayoritariamente, los cubanos están frustrados, enajenados y desesperanzados y las nuevas generaciones -desmotivadas- no sienten el mismo compromiso que las anteriores con este "socialismo pobre y sin perspectivas" muy alejado de las expectativas, todo lo cual está conformando una rara especie de "situación revolucionaria" que podría desatarse imprevistamente y cuya evolución pudiera capitalizar el enemigo.
Preservar la Revolución demanda progresar de la estatización a la socialización. De lo contrario, se ahondará la creciente contradicción entre los esquemas estatales de propiedad, trabajo asalariado mal pagado y centralización de las decisiones y la distribución del plustrabajo (aspectos de las relaciones de producción) y el nivel científico, cultural y técnico alcanzado por los trabajadores cubanos y los medios de trabajo (elementos fundamentales de las fuerzas productivas); aumentará la lucha por controlar el plustrabajo entre el pueblo trabajador y el estado burocrático todo poseedor y decidor, que se lo apropia para usarlo a su buen entender y limita su control real por los auténticos dueños; y se profundizarán las dificultades económicas, el desinterés y el rechazo a ese "no-socialismo", con peligro de una plena restauración capitalista que para Cuba sería la anexión, la absorción de su cultura y un desastre incalculable para la nación y para el movimiento revolucionario internacional.
Para salvar al pueblo, la Patria y la Revolución urge un nuevo programa socialista, participativo y democrático, capaz de ofrecer soluciones constructivas a esas contradicciones, poner al ser humano –no al estado- al centro de la vida nacional, reanimar el espíritu revolucionario de los trabajadores manuales e intelectuales, reactivar la alianza obrero-campesina, retomar la confianza del pueblo, ganarnos a la juventud, desarrollar la economía, mejorar la vida, destruir los fundamentos internos y externos del bloqueo enemigo y hacer una contribución más efectiva al renacimiento socialista que tiene lugar en América Latina.
El desastre en Europa de ese "socialismo de estado" neocapitalista estancado, sustentado en la centralización de la propiedad, de la acumulación, de las decisiones y en el trabajo asalariado; su evolución en China hacia el capitalismo y la incapacidad del mismo para hacer avanzar la sociedad cubana, han llevado a muchos revolucionarios a trabajar en la reformulación del socialismo nunca alcanzado, siempre partiendo de las ideas centrales de los clásicos y de la universalidad y la ética martianas. Ya cuando el IV Congreso del PCC en 1991, las bases presentaron ideas para un nuevo Programa Socialista; pero cuando más difícil fue la situación internacional por la caída de la URSS y el Campo Socialista y más necesario se hacía avanzar hacia un socialismo más participativo y democrático, la dirección decidió postergar aquellas demandas, fortaleció su tradicional centralismo y sólo después de la profunda crisis del 94 decidió emprender algunas reformas -sin cambios sustanciales- básicamente en el plano económico.
El discurso de Fidel el 17.11.05 reconociendo la posible reversión de la revolución y especialmente el de Raúl el 26.07.07 estimularon otro debate donde, de nuevo, las bases se pronunciaron por un socialismo más participativo y democrático. A tres años del primero y a uno del segundo no se ha hecho público el resultado de las discusiones y la dirección no ha presentado al pueblo ningún plan concreto integral para sacar el país la crisis; ignora olímpicamente muchos análisis y propuestas de académicos, politólogos y cientistas sociales socialistas cubanos y extranjeros; sigue negando el acceso del pensamiento revolucionario no oficial a la prensa, continúa usando el cerco imperialista como justificación para contener el avance de la socialización (que no es más desarrollo en la tecnología, sino en la forma de su explotación) y sigue recargándose todo el peso y la responsabilidad por la crisis en los trabajadores y el pueblo. La gravedad se acrecienta cuando se advierte un peligroso cambio de política de EE.UU. hacia Cuba para el que no estamos preparados económica ni políticamente. Algunos que todo lo complican y entorpecen, parecen interesados en que esto se hunda.
El gobierno del compañero Raúl abrió un capítulo de esperanzas que no podemos perder, pero la resistencia natural del tejido burocrático sólo le ha permitido presentar medidas aisladas, algunas contraproducentes, para perfeccionar el estatismo asalariado, unidas al tradicional discurso de más trabajo, sacrificio y disciplina, bordeando pero sin confrontar los problemas de fondo. Se ha anunciado la convocatoria del VI Congreso del PCC para fines del 2009.
Ante esta situación, varios comunistas y revolucionarios cubanos –desde dentro- hemos venido estudiando, planteando e intercambiando un grupo de ideas centrales concentradas en este documento, el cual se pone a la consideración de los trabajadores, del pueblo y de todos los revolucionarios cubanos y del mundo, para que, valorado y enriquecido por todos, sea tenido en cuenta por todos y sea considerado como parte de las soluciones a la crisis.
No es un programa acabado, ni se intenta un nuevo esquema u otra camisa de fuerza, se busca el consenso que necesitan la República Martiana y la armonía en el funcionamiento de la sociedad. Se sugiere avanzar del estatismo a la socialización, cambiar la forma asalariada de pago por la repartición de parte de las utilidades; pasar el control de los medios, los recursos y las decisiones, de la burocracia a los colectivos sociales y laborales y a las personas, intercambiar sobre asuntos cuyas soluciones no pueden postergarse más y avanzar hacia más participación y más democracia. El enemigo aprovecha y trabaja sobre nuestros errores y tiene planes para destruir la Revolución y apoderarse de Cuba. Martí decía "Plan contra Plan". A falta de otro conocido, estas bases programáticas son nuestra contribución.
TOMADO DE: http://www.elnuevoherald.com/noticias/america_latina/cuba/story/271712.html

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias, Anastacio, estoy muy contenta por saber que me leen en Portugal, ese hermoso y paradisíaco país. No importa, escríbeme, megustaría saber tu opinión.

Un gran abrazo de ésta, tu casa.

Anónimo dijo...

Anastacio, por favor, si quieres, me puedes escribir en portugués, no hay problema. O en español. Como quieras, me encantaría seguir en contacto

Un beso