QUE EL ÁNGEL DE LA JIRIBILLA LOS ACOMPAÑE.

viernes, 14 de febrero de 2014

PELÍCULA CUBANA CONDUCTA

                        CONDUCTA, una película oportuna y necesaria


Enrique Colina

Hace muchos años que dejé de ejercer la crítica de cine, aunque en esencia, más que discurrir sobre la cinematografía en sí misma y la valoración purista de su discurso artístico, mi intención siempre fue la de acercarme al análisis de la realidad a través del cine. Aclaro entonces que esta no es una crítica de cine.

Conducta, el más reciente filme cubano del realizador Ernesto Daranas, me convida a reflexionar sobre ese soporte ético fundamental en el que la Revolución Cubana construyó su proyecto social: la honestidad del hombre y, en consecuencia, una solidaridad humana basada en la integridad de sus principios y el respeto a su dignidad.

Nadie puede negar la deformación de valores provocada por la esclerosis de un proceso estancado en una práctica burocrática, retórica y autoritaria, paradójicamente inspirada en un ideal de justicia social, pero sorda y de espaldas a las advertencias y al reclamo de cambios de una sociedad empobrecida y sumida en la evocación de los sueños heroicos. El individuo es sujeto y objeto de esa realidad, pero al discriminar su papel protagónico y activo en su transformación lo convierte meramente en su receptor pasivo. Si Descartes proponía aquello de, "pienso, luego existo", es inevitable entonces la inversión materialista de su tesis en, "existo, luego pienso"... Y materialista es sin dudas que quien vive en la mierda se comporta como la mierda. Aunque siempre, por aquello de la negación de la negación, hasta en la misma mierda -residuo orgánico que se convierte en abono-, existen los que se rebelan contra la mierda.

De forma más refinada, artística y sensible creo que Conducta refleja esta tesis. Y así como el  cine cubano en distintas etapas de su desarrollo ha sabido detectar y diagnosticar los síntomas, las causas y consecuencias de este deterioro -no sin sufrir el acoso dogmático y represivo de los promotores del mismo, pero siempre en pie de lucha-, este filme se inserta en esta tradición del auténtico compromiso humanista revolucionario.

Conducta refleja el mundo marginal provocado por las carencias materiales de esa realidad social ignorada por los medios, donde buscarse la vida pasa por las formas ilegales y por aquellas que no deberían serlo,  pero que una legislación arbitraria y restrictiva, basada en preceptos de un socialismo equivocado, ha impregnado de prohibiciones y tabúes la existencia ciudadana coartando la iniciativa individual. Dentro de este contexto agresivo donde la frustración incuba  una violencia todavía confinada, se debate la preservación de  la espiritualidad, humanidad y futuro de los protagonistas de su historia. El niño es el objeto debatido, la metáfora de un futuro incierto sólo hipotéticamente rescatable gracias a la consecuencia y al compromiso ético de una educadora dispuesta a enfrentar el acoso de una estructura marcada por el mecanicismo burocrático, hipócrita e insensible, que la misma deformación sistémica ha engendrado en todas sus expresiones institucionales. Ese personaje censor que decide lo que es correcto políticamente  y se cuida bien de silenciar las disonancias que incomoden a sus superiores y pongan su confiabilidad en entredicho afectando sus mezquinos intereses. Conflicto de rescate en un entorno presente  de naufragios y fracasos, aquí referido al ámbito educacional  y por tanto a la proyección futura de una sociedad donde se dirime la preservación de un hombre dispuesto a decir lo que piensa, a defender sus criterios y a afrontar las consecuencias de sus actos.

Pero la película, como arte auténtico y conmovedor es la atalaya desde la que se vislumbra y constata una realidad muy difícil de cambiar, un llamado de emergencia más movilizador que todas las arengas reformistas en favor de un cambio de mentalidad, sobre todo cuando las causas de la realidad deformante permanecen intactas.  A saber, estructuras verticales y rígidas que inspeccionan  con rigor sus propias grietas oxidadas para supuestamente poner orden desde una cima de poder incuestionado y rígido, como el modelo militar en el que se inspiran.  Rigor cuartelario que se obstina si descubre que su discurso es  cuestionado o, como en el filme, si  una estampita religiosa colocada por la iniciativa de una niña aparece en el mural de la escuela, metáfora del altar de culto a una prédica retórica e inmovilista.

Conducta me hace pensar en todo esto que he escrito, al igual que debo reconocer que su producción  y exhibición pública es un buen síntoma de desahogo,  que suma participación colectiva a la reflexión sobre nuestro presente y futuro nacional con una invitación tácita a imitar, por la producción de la película en sí misma y por el personaje de la maestra de su historia, la conducta de civismo público de la que tanto estamos necesitados. Su final queda abierto como el grito de auxilio esperanzado que el futuro le hace al presente, que todavía hoy, a pesar de los pesares, defiende su esencia humanista más auténtica con los cojones de esa maestra que no se retira ni renuncia a la lucha.

No señalo nada acerca de sus valores estéticos, que ya los críticos sabrán valorar, porque están implícitos en esa autenticidad conmovedora con que sus personajes y situaciones reflejan estas ideas. El espíritu polémico, artístico y comprometido con su realidad del cine cubano sigue vivo y se mantendrá con películas como esta.

miércoles, 12 de febrero de 2014

JULIO CORTÁZAR

A 30 años de la muerte de Cortázar, las letras hispanoamericanas siguen de luto.
"Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma" Cortázar
 
 
 
 

domingo, 9 de febrero de 2014

domingo, 26 de enero de 2014

NO LLORES, BEBITA


Le pido un abrazo y es mío el Universo

Manos pequeñas que acunan anhelos

Ella me lanza su risa, murmullos y aciertos

Le pido un abrazo y ya no temo

Abre el sendero por donde cruzan los sutiles deseos

Una lágrima suya destroza mis desaciertos

No llores, bebita, que tu mamá es tiempo

Devoras mis dudas y sepultas mis miedos

Dame, mi amor, tu íntimo aliento

Quiero que seas volcán, tormenta, asidero

Apartaste mi noche y me brindaste el cielo

No calles el ruego

Húndeme en tu éxtasis

Y levanta mi vuelo

No llores, bebita, tu mamá siembra tus sueños.
PITIBUCHI, ENERO DE 2014.

sábado, 4 de enero de 2014

REVISTA AEDA TRECE DISPONIBLE



Hoy pongo a la disposición de los lectores un fragmento de la editorial de la Revista Aeda. Con este número 13, dedicado a la literatura negrocriminal, cerramos nuestra primera época -que duró cuatro años- y le damos la bienvenida a la segunda época que saldrá próximamente con su número uno.

A uds, lectores asiduos, gracias.



La mayoría de las culturas occidentales relacionan el viernes 13 con un día de mala suerte. Históricamente, se habla de un viernes 13 donde los míticos caballeros templarios fueron hechos prisioneros por la Inquisición, acusados de magia negra, herejías, homosexualismo y toda una serie de  acontecimientos que los convirtieron en los mayores perseguidos en la época por sus supuestos actos en contra de la cristiandad. Es, por lo tanto, asociado con todo tipo de males y señalada como una fecha pésima –al igual que el martes 13- para realizar ciertos actos sociales.
Hoy, viernes 13 de 2013 –último viernes 13 del año- la Revista Aeda dedica su número 13 al género negropolicial, tan atacado y vilipendiado como la propia fecha que lo cobija. Sin ánimos de polémicas o deseos de despertar a las fuerzas ocultas del mal, nos cobijamos en el 13 para cerrar un ciclo y abrir puertas al otro.


 http://revistaaeda.com/

martes, 31 de diciembre de 2013

ADIÓS 2013

Después de unas gratificantes vacaciones en Cuba -porque visité amigos, familiares, calles, olores, lugares, recuerdos- he regresado a la corriente de todos los días.
Ha sido un 2013 extraño, confuso y alevoso pero también lleno de alegrías irremplazables en el ámbito familiar y profesional. Si la envidia y los malos deseos de gente sin rostro ni escrúpulos para la mentira intentaron aniquilarme, no lo lograron. Termino el 2013 más fuerte que nunca, con nuevos e interesantes proyectos que comenzarán en los primeros días del 2014.
Les deseo a todos un muy feliz 2014, lleno de energía positiva y ajeno a la mediocridad y la injuria.

ADELANTE, 2014.

QUE EL ÁNGEL DE LA JIRIBILLA LOS ACOMPAÑE SIEMPRE.

lunes, 2 de diciembre de 2013

GANDHI, LAS MUSAS Y LOS PREMIOS

 
La librería Gandhi lanzó la convocatoria para escribir un texto que respondiera a la pregunta ¿Por qué amo a México? El premio no era jugoso pero las Musas -tan caprichosas ellas- me susurraron palabras que puse en papel. Divertimento, me dijeron las muy bandidas. La verdad, siempre les hago caso.



¿POR QUÉ AMO A MÉXICO?
Quizás se pregunten por qué escribo del amor a México si no  nací en este país. Los restos de mis antepasados no reposan en tierras aztecas y por mis venas no corre sangre mexicana. Obviamente, no me gusta el chile y todas las comidas me pican horrible. Vivo en el D.F y me choca su tráfico, la contaminación y el estrés con que se sobrevive en esta mega ciudad. Me aterran muchas de las características de una sociedad violenta, inhumana, sangrienta; la falta de honestidad y escrúpulo de gente que menosprecia a sus semejantes y de un universo sumido en el interés y el desdén por la vida de los demás. Entonces, ¿por qué amo a México?
México es el país de mi hija, donde nació y crecerá, con un futuro que le enseño a construir lejos del odio y la intolerancia. Cuando veo su sonrisa amplia, inocente, plena de promesas  seguras, comprendo –más allá de un posible raciocinio- que este país es único porque sus niños lo hacen diferente. Y en ella descansa no sólo el porvenir sino la presencia real de un México al que no se puede dejar de querer.
Paseo por territorios hermosos, repletos de historias e Historia, donde conviven las tradiciones, el folklor y la milenaria presencia de un pasado que nos recuerda, paso a paso, que la grandeza se escribe a diario entre restos arqueológicos y salones de clases. No puedo dejar de sentir profundo respeto por una identidad que se construye buscando en el pasado y  proyectando al Universo un canto de triunfos palpables. No puedo dejar de amar a México por sus memorias escritas y orales, las que mantienen vivo el legado de toda una nación.
Contemplo una hermosa puesta de sol en Puerto Escondido y mi corazón se abre a todos los cantos poéticos que ha generado en la mente de los autores mexicanos la grandeza del paisaje. Paseo por el Zócalo de la ciudad y me imagino a Martí a mi lado, camino a la casa que, generosamente, le brindó su gran amigo Mercado. Porque la generosidad es una muestra excepcional de este pueblo, cálido en las buenas y en las malas, amigo incondicional de los necesitados. Y, entonces, comprendo que no puedo dejar de amar a México porque cuando las puertas se cerraron en mi país de origen y la oscuridad se apropió de mi vida, fue México y su gente quienes me ofrecieron refugio, abrigo, hermandad y posibilidad de crecimiento. Porque su gente me sonríe y me tiende la calidez innata de sus existencias. Y en cada pueblo, región, mar, montaña, siento la inmensidad de sentimientos que cobijan los corazones mexicanos. Porque el himno ha dejado de ser palabras huecas para mí.
Se ama lo bueno y lo malo. Se quiere más allá de la lógica. Se llora con las desgracias del vecino y se brinda parte de lo que uno tiene en la adversidad. Se canta cuando es necesario y se grita Viva México entre el tequila y el mole. Son presencias intangibles difíciles de explicar y que sólo se entienden cuando uno vive inmerso en un país excepcional.
Porque mi cuerpo será polvo de esta tierra y mi palabra recuerdo para todos.
Entonces, ¿cómo no amar a México?