Le pido un abrazo y es mío el Universo
Manos pequeñas que acunan anhelos
Ella me lanza su risa, murmullos y aciertos
Le pido un abrazo y ya no temo
Abre el sendero por donde cruzan los sutiles deseos
Una lágrima suya destroza mis desaciertos
No llores, bebita, que tu mamá es tiempo
Devoras mis dudas y sepultas mis miedos
Dame, mi amor, tu íntimo aliento
Quiero que seas volcán, tormenta, asidero
Apartaste mi noche y me brindaste el cielo
No calles el ruego
Húndeme en tu éxtasis
Y levanta mi vuelo
No llores, bebita, tu mamá siembra tus sueños.
PITIBUCHI, ENERO DE 2014.